El alma del equipo......

Desde sus comienzos en Banco Nacion, demostraba un temperamente disitnto. Tipo de principios e ideales fuertes, "pasa la pelota per no el jugador", era el que mas llevaba a la práctica. En ese club protagonizo mas de una expulsion, pero siempre con buena leche,entera, nunca descremada, eso es para los mariquitas, nunca la patada artera, si, algunas veces, desmedida.
Fue por esa y otras virtudes que fue convocado a formar parte de este proyecto futbolistico que lleva ya 17 años, Don Emilio FC.
De figura estilizada, de celeste mirada fija y penetrante, patrullaba la mitad de la cancha en busca de presas. Y vaya si las encontraba. En muchas oportunidades, por ser uno de los mas chicos del grupo, esa época lo encontraba joven y de pocos centimetros de circunferencia en su cintura, quedó relegado al banco de suplentes. Pero nunca bajo los brazos. Cuando se consolido en el medio campo del equipo, se dió cuenta que las puteadas no eran potestad únicas del Gordo Martin ni del Uno, sino que, sin mucho esmero, él podía hacerse acreedor de muchas de ellas, y de las mas variadas.....
Imitando a Cinturita, trajo a su hermano menor para integrar el equipo, pero no corrio con la suerte de Cintu, Dieguito si jugaba, corria y metia, era joven y flaco y encima tomaba mucha cerveza, como puterarlo???....los insultos seguian llegandole sin pagar peajes.
Con el paso del equipo a la liga de Area 18, fue transitando de volate tapon, por esos tiempos ya estaba bastante exedido de peso, a numero 9, delantero de punta, como se diria en la tele. Y fue así como, gracias a su entrega, perseverancia y arremetidas alocadas, dejo de sentirse puteado para sentirse apoyado, ya que era el único delantero que corria arriba. Hizo goles muy importantes, trajo alegrías al grupo, dentro y fuera del campo de juego. Las alegrías mas grandes que nos las regalóse dieron cuando por cuestiones e trabajo, tenia que llevar algun contingente de niños exploradores a algun destino alejado de Rosario un sabado por la tarde.
Hoy sigue aportando su trote inconfundible, su parada similar a la de Fangio y su ya no tan voluminosa barriga, y algunos goles. Mauri Guacci, de numero 5 a numero 9, si fuera un ranking habría bajado 4 posiciones, pero en el ranking de Don Emilio, sigue subiendo como pedo de buzo.