domingo, 5 de julio de 2009

Aguien tiene el mail de Ila ??

Testimonios con el corazón abierto

La Capital (Sabado 4 de Julio - Suplemento Salud)

Los tres están comprometidos con un programa de rehabilitación cardíaca. Distintas fueron las circunstancias que los llevaron a tomar la decisión, pero similares son los beneficios que notan en su vida desde que iniciaron el proceso.

Ana María Greco tiene 52 años y comenzó hace tres meses con la rehabilitación. “Detectaron un problema en mis arterias cuando me hicieron una ergometría, hace cuatro años. De chica comencé con la hipertensión y no se sabía porqué. Los médicos me decían que tenía que quedarme tranquila y yo no podía, nunca fui sedentaria. Cambiaba de médico porque sentía que me habían cortado las piernas, hasta que encontré a la doctora Aparicio”, cuenta.
La rutina de Ana María incluye gimnasia, bicicleta, terapia psicológica y charlas de nutrición. “Hoy tengo más movilidad”, resume y sigue: “tengo que tomar esto como una norma de vida para que mi corazón sea fuerte otra vez”, dice. “Antes de comenzar el tratamiento me deprimía porque no podía hacer cosas; ahora estoy más tranquila, me siento bien y estoy contenida”, confía finalmente.

Siempre con humor. Para Mario Massa, de 62 años, las cosas fueron un poco peores. Un edema pulmonar que le afectó la función cardíaca lo obligó a estar internado. “Toda mi vida estuve arriba de los camiones —cuenta—, hasta que llegó un día que no me podía mover, me faltaba el aire, estaba excedido de peso, caminaba 10 cuadras y me tenía que sentar”.
Comenzó la rehabilitación hace 3 meses y hoy camina 3,5 kilómetros sin parar, dejó de fumar y sigue una dieta para bajar de peso. “Me tengo que seguir haciendo estudios y no volví a mi trabajo, pero hago terapia psicológica y nunca perdí el sentido del humor. Tengo dos nietas y otra en camino y me quiero cuidar para estar bien”, declara convencido.

Estresado. Marcelo Ilarraz, con 43 años, tuvo un pico de presión hace dos meses. Cuando le hacen la ergometría detectan una falla cardíaca y a partir de eso se enrola en el plan de rehabilitación que le ofrece la doctora Marisol Aparicio.
“Trabajo en la Empresa Provincial de la Energía y estaba estresado. También entré en una profunda depresión. Ahora hago terapia psicológica grupal e individual, el grupo me ayuda mucho. Además de ejercicio en el piso, caminatas y bicicleta (nos enseñaron a medir la frecuencia cardíaca), sigo un programa de alimentación que me permitió bajar de peso. Esto me está ayudando un montón, por supuesto que depende de uno, pero cuando ves a otros que también lo hacen, te da ánimos para seguir”, señala finalmente.

Hay algunas palabras que no condicen con la realidad de la vida de nuestro amigo:

Estresado: Solo conoce el verdadero significado de esa palabra al tomar consiencia de la realidad canalla, como todos nosotros.

Trabajo: puesta en escena diaria que le permite llevar el pan a la mesa de su familia.

Ejercicio en el piso: estas yendo a comer sushi a algun restaurante japones y no hay sillas......

Amigo, cuidese, le mandamos un fuerte abrazo.

el ex uno.